Vivir en Alemania – Relatos médicos – Una nueva experiencia de vida
Levantarse todos los días y pensar en mejorar cada día, no sólo la calidad de vida propia sino la de los demás, es algo que tienen los profesionales de la salud siempre en su plan de vida, día a día, minuto tras minuto. Prepararse, estudiar, tener las competencias que se requieren para afrontar situaciones en este mundo cambiante y dedicar tiempo a su labor paciente tras paciente, no es tarea fácil cuando te dispones a jornadas largas en un hospital, sin embargo cuando ves que en tu vida hay un equilibrio tomando una importante decisión de vida, puedes asomarte a tu ventana y sentir un aire de tranquilidad contigo y con los que amas.
Estos son una serie de Relatos Médicos que queremos compartir contigo, son una serie de alternativas que queremos evidenciar para abrir ventanas de éxitos y logros para que tu decidas en que momento abrirlas y recibir ese soplo de aire que irradie tranquilidad a tu vida. Veremos episodios y capsulas de personas reales, que nos compartirán como ha sido su proceso de soñar y hacer realidad algo que esta transformando o transformó sus vidas con sólo tomar la decisión y comprometerse ante cada uno de les retos para convertirlos en victorias enfocadas en una sola meta, cumplir un sueño de realización personal.
DIARIO
DIA 1
Vivir en Alemania es un sueño de vida, no sólo por su estabilidad laboral sino por todo lo que te ofrece desde su cultura y posibilidad de desarrollo. Empiezas tu jornada muy temprano, pero me quiero detener un momento para empezarte a contar como inicio todo.
– Mi nombre es Ana Isabella, soy de Colombia y tengo actualmente 35 años, llevo 3 años en Alemania, vivo con mis dos hijos, mi mascota y mi pareja. Me voy a ir unos años atrás, cuando recién estaba terminando mi Universidad-. Estaba con Carlos, mi mejor amigo, quien me comentó que había leído un articulo sobre la vida de un médico en Alemania y que había buscado por internet la manera de empezar su viaje. Él me habló sobre diferentes cosas importantes de Alemania, su idioma, su cultura, sus artes, lo organizados que eran en su sistema de salud, el transporte, su comida, en fin, cosas con las cuales yo había quedado maravillada, sin embargo, la idea de irme era muy lejana, estaban mis padres a quienes amo, mi mascota “Pecas”, mi novio, mis amigos y sólo con imaginarme no estar cerca de ellos me daba pavor la idea de irme. Seguimos nuestro semestre y Carlos siempre que me veía me saludaba con un ¡Guten morgen! Nosotros reíamos, pero Carlos tenia muy en claro que esa era su meta. Lo veía repasar el idioma una y otra vez, no paraba de estudiar, es más, me acuerdo tanto que en su cuaderno de Neuro puso una banderita de Alemania y lo marcó en idioma alemán. Cierto día, me lo encontré en las escaleras de la facultad y le pregunté como iba el proceso y el con expresión cabizbaja y poco ánimo me contó que no había pasado un examen de idiomas y que no sabía como empezar su proceso para tramitar los papeles que pedían en la embajada, inmediatamente nos metimos a internet pero estaba muy enredado el proceso, palabras en Alemán que no entendimos, fechas que tampoco, formularios, dinero que tocaba consignar, un completo caos, sin embargo ese día en la tarde fuimos a despejarnos, nos fuimos a tomar una buena cerveza y hablar de la vida, nos cubría el hermoso sol bogotano, no nos pudimos demorar mucho porque al otro día teníamos un examen de la facultad muy importante. Terminamos nuestra cerveza, pagamos la cuenta y fuimos a estudiar a la casa de Carlos. Su mamá una señora de unos 50 años nos abrió la puerta y nos invitó a pasar, pude notar algo en ella y vi sobre la mesa un sobre con unos papeles que tenían la bandera alemana, se notaba algo ansiosa por contarle algo a Carlos. Esa noche, durante la cena, le pregunté a la mamá de Carlos que como se sentía por el proyecto de viaje, ella no podía evitar el nudo en la garganta que se le hacía, sin embargo sólo pensaba en la felicidad y realización de su hijo, en sus expresiones podía ver que había algo de miedo y nostalgia, durante la cena no pudo dejar de verlo mientras hablaba y le daba tranquilidad a su mamá, le decía que aún faltaba mucho camino por recorrer . . .
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Si bien la vida de un médico en Alemania es bastante gratificante debes tener en cuenta que debes alcanzar una gran cantidad de pasos antes de tu viaje. Lo más importante es tomar la decisión y asesorarte muy bien para minimizar el riego en tu proceso. Ya cuando este allá, seguramente te seguirás preparando y encontrarás personas de todo el mundo, ya que Alemania es un destino bastante apetecido por los profesionales de la salud, por tanto la diversidad cultural es infinita.
¿Como será ese primer día?
No te preocupes, te recibirán como en casa, al ingresar en un hospital en tu primer día de trabajo te encontrarás con un médico interno, él te ira mostrando cómo se trabaja, que debes hacer, que formas debes seguir, donde encontrarás todos los equipos médicos y cual será tu equipo de trabajo, además también podrás preguntarle a él si tienes dudas sobre el transporte o actividades cotidianas (donde comprar tus víveres, horarios de recolección, donde pagar tus obligaciones, visitas al banco). Él va a ser la persona que te guiara en todo tu proceso de bienvenida a esta nueva experiencia. Bienvenido a tu etapa inicial de este sueño, bienvenido a Alemania